Ya estamos en Abril, y con ello, no solo la primavera, sino también la Semana Santa. Es entonces cuando miles de cofrades salen a las calles a procesionar sus pasos, para entronizar al Cristo o a la Virgen. Son escenas muy fervorosas, donde se cuida al máximo cada detalle, en una devoción que no conoce límites.
Cualquiera que vea estas procesiones, podrá comprobar cómo estos pasos están detalladamente engalanados con flores. Lirios, claveles, rosas y otras especies abundan en el trono y en la talla sagrada, encaramándose por encima de los hombros de los nazarenos. Un motivo ornamental que se repite procesión a procesión.
¿Pero por qué las flores están tan vinculadas a los pasos? ¿Por qué se viste al Cristo y a la Virgen con estos mantos florales? En este artículo, os revelaremos el simbolismo oculto de las flores y la Semana Santa; uno de los eventos religiosos más importantes del año.
Las flores en Semana Santa
Década tras década las flores ganan protagonismo en las procesiones de Semana Santa. Conscientes de su emotiva expresividad y de sus alegorías, no se concibe un paso sin una corona de flores a sus espaldas. En esta mezcla de tradición, costumbre y sacrificio, el mundo floral despide todo su color, todo su aroma, todo su lenguaje secreto.
Por ello, no se concibe un paso de Semana Santa sin su séquito de flores. Algunas procesiones necesitan más de cuatro horas de preparación para engalanarse con sus galas florales. Decenas de hermanos y cofrades trabajan meticulosamente, para reunir los soportes y las rejillas en las que colocar la flor cortada. Una labor que se mide al milímetro.
Eligiendo las flores
A la hora de seleccionar las variedades florales, se tiende a optar por las más económicas o por las flores de temporada, aunque siempre poniendo la atención en dos aspectos fundamentales.
Por un lado, la flor está condicionada por la escena que representa el paso: puede estar relacionada con el Cristo o con la Virgen, con la pureza o el sacrificio, con la última cena o con la llegada de Jesús a Jerusalén. Por otro, las flores también se utilizan para caracterizar a las cofradías, de tal forma que cada una pueda representar su idiosincrasia.
Bajo estas premisas, se eligen las flores que adornan el paso, recordando que ni todas las procesiones encarnan lo mismo, ni todas las hermandades visten del mismo color. La flor es un motivo más de distinción entre las cofradías de la Semana Santa.
El significado del color
Las tonalidades son el primer expositor de los sentimientos de la Virgen o del Cristo. Con los colores se pueden expresar sentimientos y emociones, gracias a lo cual, el público percibe con mayor nitidez la representación bíblica en curso. En definitiva, cada matiz tiene un significado propio como veremos a continuación.
El rojo, siempre tan intenso, simboliza el sacrificio de las figuras bíblicas, en tanto que recuerda el derramamiento de sangre. Los claveles son la primera apuesta para personificar este color. En numerosos pasos, un manto de cientos de flores alfombra el avance del Cristo cautivo y en penitencia. Pese a todo, tras tantos años de crisis, algunas cofradías han buscado sustitutos más económicos para los claveles, pudiendo encontrarse iris como reemplazo.
Seguido del rojo, el morado es otro de los matices más comunes en una procesión de Semana Santa. Este color es un fiel reflejo del sufrimiento, un sentimiento protagonista durante la Pasión de Cristo. Los lirios suelen ser la flor más utilizadapara interpretar el morado.
Además del rojo y el morado, el blanco es muy usado en las procesiones de Semana Santa, especialmente cuando acompaña a la Virgen. La función de este color es la de recordar la pureza y la inocencia de la madre de Cristo. Los pétalos blancos se recogen de numerosos géneros florales, siendo los más destacados las rosas, las orquídeas, los claveles y los gladiolos.
Por último, para fortalecer el protagonismo de los anteriores colores, se utiliza el verde con intención de romper con la monotonía. Así pues, el verde es más un truco de diseño que un símbolo. Hojas de laureles, ramas de pino, hiedras o camelias suelen emplearse en esta ocasión.
¿Dónde se colocan las flores?
No cabe duda de que el color de las flores es la razón fundamental para seleccionarlas. Pero casi tan importante como esto, es la disposición que tienen dentro del paso. No hay que olvidar que ésta es la representación de una escena del Evangelio, en tanto que exhibe a su protagonista sagrado con las mejores galas. Las flores deben ir en el lugar adecuado.
Por lo común, las flores se sitúan en los fanales del trono que se procesiona, es decir, en los laterales. Algunas cofradías optan por disponer los ramos formando una figura redondeada, seña distintiva de que la hermandad tiene muchas décadas de tradición a sus espaldas.
Otra opción, también muy común, es que las flores se encaramen verticalmente hacia arriba, semejando la silueta de un ciprés. Esta colocación busca transmitir silencio y respeto al mismo tiempo que evoca la divinidad y la espiritualidad de la escena.
Procesionando flores
En resumen, no cabe duda de que los pasos de Semana Santa son también una oportunidad para maravillarse con los arreglos florales, atendiendo al colorido y a la magia que desprenden.
Lirios y claveles, en su variedad púrpura y roja, son los verdaderos protagonistas del momento. Con estas flores, el Cristo y la Virgen adquieren una emotiva policromía, muy apegada a la vida del reino vegetal, que no podría alcanzarse con otros adornos.
Fuente https://www.regalarflores.net/blog/las-flores-en-las-procesiones-de-semana-santa/
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